Materia continua y
discontinua.
Si se especula acerca de la
materia, cómo está constituida y el por qué de sus propiedades, podemos
proponer dos alternativas extremas: la materia es continua ó discontinua.
Si suponemos que la materia es discontinua, estará formada por pequeñas unidades que serán los bloques constituyentes de la misma. Si continuamos el proceso de subdivisión en trozos cada vez menores, llegará un momento en el que alcanzaremos el tamaño de la unidad fundamental. Si persistimos en seguir dividiendo, las propiedades de la materia sufrirán un cambio drástico. Por otro lado, también podemos suponer que la materia es continua. Esto quiere decir que que con nuestras manos o con instrumentos podemos cortar o subdividir trozos de materia en partes más y más pequeñas en un proceso cuyo límite, quizá sólo sea impuesto por los instrumentos, pero no por la propia materia